La procesionaria del pino es un lepidóptero que forma parte de la familia Thaumetopoeidae. Está distribuido por toda la península. Se alimenta de acículas de pinos y ocasionalmente de Cedros.
Las hembras (en forma de mariposa) realizan las puestas colocando los huevos con una distribución en espiral alrededor de las acículas.
Después de un mes, los huevos eclosionan dando lugar a las larvas en forma de oruga que pasan por cinco estadios de desarrollo. El periodo larvario se desarrollará en invierno y durará entre 4 y 8 meses dependiendo de la climatología. La procesionaria tiene durante todo este periodo un comportamiento gregario en el interior de bolsones blancos de seda.
Abandonan el bolsón para salir a comer en horas crepusculares y regresan a él retejiéndolo. Las larvas pueden también abandonar el bolsón con la finalidad de elaborar uno nuevo que se encuentre en una zona u orientación con condiciones climáticas más idóneas. A partir del mes de febrero las larvas están completamente desarrolladas y descienden en procesión hasta el suelo donde se entierran y elaboran un capullo en el que pupan entrando en diapausa. En verano los adultos recién formados salen al exterior migrando a las acículas de los pinos. Allí copulan y vuelve a comenzar el ciclo.
Los daños que ocasionan a los árboles se producen en invierno y son debidos a la alimentación de las larvas sobre las acículas produciendo defoliaciones que pueden ser totales cuando las poblaciones son muy abundantes aunque en el ámbito urbano no suelen ser tan fuertes.
Por otra parte, las larvas en forma de oruga producen urticarias y alergias graves a las personas y animales cuando se desplazan siendo critico el final del invierno y principio de primavera ya que las larvas descienden de las copas de los árboles para enterrarse y proceder a realizar la pupa.
Las orugas procesionarias, sobre todo a partir del tercer estadio, están cubiertas de pelos urticantes que contienen una toxina. Estos pelos se desprenden y flotan en el aire y pueden provocar irritación en oídos, nariz y garganta en los seres humanos y animales, así como intensas reacciones alérgicas si directamente se les toca, como ocurre con muchos perros, sobre todo cachorros, y gatos que por curiosidad rozan con su hocico y la lengua la procesionaria.
El control de la procesionaria del pino pasa por aplicar diversos tipos de metodologías:
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- Destrucción de los bolsones de procesionaria del pino: Puede llevarse a cabo por medios físicos (corta de bolsones) o químicos. El tratamiento químico de los bolsones se lleva a cabo mediante la pulverización directa con un insecticida adecuado, Bacillus thuringiensis, inhibidores del crecimiento, o mediante endoterapia arbórea por medio de inyección de insecticida al tronco.
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- Empleo de trampas de feromonas: La síntesis de la feromona sexual de la hembra de procesionaria, ha permitido la puesta a punto de trampas para la captura masiva de machos, manteniendo bajos niveles de la población del insecto. Este método de control es valido aplicándolo al campo forestal.
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- Nebulización y pulverización: El empleo de cañones a bajo o ultra bajo volumen es muy apropiado para combatir las peligrosas urticarias y alergias en pequeñas áreas recreativas, parques, jardines, zonas de acceso.
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- Endoterapia arbórea: Preferentemente mediante la realización de tratamientos preventivos a partir del mes de agosto mediante los cuales se evitara el desarrollo de la oruga procesionaria en sus distintos estadios evitando que llegue a adulto.
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- Colocación de trampa de anillo en tronco: La trampa está diseñada para capturar orugas de procesionaria, cuando descienden por el tronco de los árboles donde han elaborado bolsones. Se aprovecha el comportamiento gregario y social de la oruga procesionaria del pino para capturar a todo el grupo de larvas cuando se dirigen al suelo para enterrarse y pupar.